No doy crédito. Y no me refiero a que no preste dinero (que tampoco) sino a que me parece increible la gran cantidad de Pepes Gotera y Otilios que campan a sus anchas hoy en día. La próxima vez que se me ocurra hacer reformas en la casa espero que me entre una cagalera bien grande, a ver si se me pasan las ganas. Iluso de mi, que pensaba irme al pisito reformado en Octubre mas o menos... y y veis a que alturas del año (siguiente) estamos.
Y hago referencia a Pepe Gotera y Otilio porque me siento como uno de sus inocentes clientes. Unas veces (las mas) porque el que hace la chapuza es un profesional de eso mismo, el chapucerío, y otras (las menos) por mala suerte y/o factores externos. Pero el caso es que con las reformas todo sale mal y a destiempo, que viene a ser lo mismo. Empiezo a pensar que cuando estos "elementos" aprenden su oficio, antes de enseñarles nada les dan una sesión de electroshock aplicada en los puntos exactos como para que olviden determinados conceptos: seriedad, compromiso, plazo de ejecución... y dichos conceptos, aprovechando la sesión de electrocución, son sustituidos por otros, que les serán mucho mas útiles: pago por adelantado, "ya le llamaré", "en cuanto pueda empiezo lo suyo" o "eso se quita con un poco de agua".
Además, ¿acaso no pueden actualizar sus conocimientos? Porque vamos a ver, algunas cosas que he pedido al solicitar presupuestos para mi reforma son tecnicas o materiales que aparecen en cualquier capitulo de "Bricomanía", oiga que no le estoy pidiendo que me fabrique un transbordador espacial, solo es algo de lo que se lleva ahora, de lo que se lee en las revistas de decoración. Pero claro, aqui debe estar el fallo. Yo creo que algunos de estos personajes lo mas largo que saben leer es su numero de CIF, y porque lo tienen que poner en las facturas que si no...
Sin embargo, para ser fiel a la verdad, debo decir que si que existe una diferencia entre los originales Pepe y Otilio de Ibañez y los chapuceros de la realidad: aquellos te hacían reir, y estos no tienen ni puñetera gracia.
